Tras la salida de John Ackerman de Proceso, junto con la del escritor Fabrizio Mejía Madrid y la del caricaturista Rocha, los directivos del semanario se lanzaron en contra del académico de la UNAM.
Por su parte, Jorge Carrasco, director de Proceso, respondió a las acusaciones de Ackerman por medio de Twitter, donde trató de justificar su salida, explicando que uno de los motivos se debió a la utilización del término “periodismo sicario” por parte del entonces colaborador de la revista.
¿Quiénes se unieron a las acusaciones?
Luego, Carrasco defendió haber publicado un reportaje en la revista en la que de manera inexplicable, Proceso atacó a su propio colaborador Ackerman, reduciéndolo a ser “un simple “personaje público oficialista” y “esposo de” una funcionaria pública”.
Al final de su hilo, el director de Proceso, una revista eminentemente política desde su fundación, terminó argumentando que ellos no tienen ningún “interés político”, como si fueran totalmente objetivos y no hubiera detrás de sus publicaciones intenciones de ningún tipo.
El ex director de Proceso, Rafael Rodríguez Castañeda, entró en defensa de la revista y acusó a Ackerman de haber querido cobrar más dinero por sus artículos en el pasado y usar sus páginas “de manera facciosa”.
Al igual que Castañeda, María Scherer Ibarra, la hija del fundador de Proceso, Julio Scherer García y presidenta del Consejo de Administración de Proceso, se unió a los reclamos, retuiteando los mensajes de ambos directivos de la revista.
Sin embargo, los usuarios reprobaron su actitud porque consideran que es la artífice del cambio en la línea editorial de Proceso, pues está casada con Juan Ignacio Zavala, hermano de la ex candidata presidencial Margarita Zavala y cuñado del ex presidente Felipe Calderón, quien pretende volver a la función pública mediante su partido México Libre.
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