En una reveladora carta dirigida al senador estadounidense Charles Ernest “Chuck” Grassley, Patrick J. Lechleitner, director adjunto del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE), ha confirmado la participación de Estados Unidos en la operación que llevó a la detención de Ovidio Guzmán, conocido como «El Ratón», hijo del infame Joaquín «El Chapo» Guzmán.
La operación, denominada «Operación Paisano», fue encabezada por la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) y desempeñó un papel fundamental en la captura tanto de Ovidio Guzmán como de «El Chapo» Guzmán.
El 17 de octubre de 2019, en Culiacán, Sinaloa, se llevó a cabo esta operación, que desencadenó un día conocido como «Jueves negro» o «El Culiacanazo» debido a la violenta respuesta de los hermanos de Ovidio Guzmán, quienes cercaron a las fuerzas militares involucradas en el operativo. En respuesta a la escalada de violencia, el presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó la liberación de Ovidio Guzmán ese mismo día, alegando que esta medida evitó una tragedia aún mayor.
La liberación de Ovidio Guzmán fortaleció a «Los Chapitos» y aumentó su influencia en actividades criminales tanto en Estados Unidos como en México. Tras el operativo fallido, la HSI continuó investigando a este grupo en colaboración con el Departamento de Justicia estadounidense (DOF) y el FBI, presentando cargos contra los hijos de Guzmán Loera y solicitando penas máximas.
La Sección de Narcóticos y Drogas Peligrosas (NDDS) desempeñó un papel crucial en la «Operación Paisano», obteniendo las primeras acusaciones contra Ovidio Guzmán y Joaquín Guzmán López, otro miembro de «Los Chapitos». Estas investigaciones culminaron en una acusación conjunta el 14 de diciembre de 2022 contra los cuatro «Chapitos», con penas posibles de cadena perpetua.
El 5 de enero de 2023, la HSI coordinó un nuevo operativo con autoridades mexicanas en Jesús María, Sinaloa, que resultó en la detención de Ovidio Guzmán. A pesar de la violencia registrada ese día, las autoridades lograron sacarlo de Sinaloa y llevarlo a la Ciudad de México y luego al penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México.
Además, Estados Unidos ha solicitado la extradición de Ovidio Guzmán para enjuiciarlo en suelo estadounidense, similar a lo que ocurrió con su padre, aunque esta solicitud aún no ha sido concedida.
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