En el primer año del gobierno de López Obrador, la Semarnat liberó más de 30 accesos a playas de Nayarit y Quintana Roo.
Se tenía como objetivo principal recuperar el libre tránsito por las ZFMT. Pero con la pandemia, el proyecto se ha detenido.
Expertos aseguran que las medidas no son suficientes para revertir los daños causados a la población por la privatización de las zonas costeras.
Con la nueva normalidad, en Quintana Roo algunos hoteles han “abierto” sus playas a la población local a cambio de un pago de hasta 1 mil 500 pesos, según denuncias de ciudadanos en redes sociales.
En las zonas recuperadas se incluye La Lancha, Nayarit, cuya comunidad está en lucha por abrir sus accesos desde 2015.
No obstante, con la pandemia de Covid-19 el proyecto para liberar playas privatizadas se ha detenido.
El año pasado, la Semarnat arrancó con el llamado Movimiento Nacional para la Recuperación de Nuestras Playas, que busca evitar que particulares impidan el ingreso a las zonas.
Sin embargo, en México el respeto a las playas no se cumple y se ha detectado a través de la iniciativa de “Mapeo de acceso a playas públicas” que 12 playas ubicadas en Baja California, Baja California Sur, Nayarit, Tabasco, Veracruz, Jalisco y en Quintana Roo, han privatizado las costas mexicanas.
De igual modo, la expansión del turismo se asocia a la inmobiliaria, con la construcción no sólo de hoteles sino también de residencias.
El cerrar los accesos a las playas ha generado una desigualdad entre pobladores y turistas y entre los mismos turistas.