El presidente Andrés Manuel López Obrador criticó la estrategia fallida de atacar los libros de texto de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Señaló que, tras no lograr demostrar que los libros promovían el «virus del comunismo», ahora se están oponiendo al contenido relacionado con la diversidad sexual en los libros de secundaria.
López Obrador enfatizó la importancia de informar y respetar, en lugar de simplemente tolerar. Consideró que esta campaña no tuvo éxito y destacó un aire autoritario conservador en ella.
El presidente rechazó la palabra «tolerancia», prefiriendo «respeto», y criticó a aquellos que defienden el status quo y se oponen al cambio. Celebró que los libros se hayan entregado en la mayoría de los estados y mencionó que la suspensión solo persiste en Chihuahua y Coahuila debido a una controversia constitucional en la Suprema Corte.
López Obrador negó la afirmación de que los libros promovieran el comunismo y destacó que se trata de un intento tendencioso de asustar a la gente.
Insistió en que se debe presentar argumentos en lugar de descalificaciones y condenó la propuesta de arrancar hojas o quemar libros.
Anunció que mostrará un manifiesto para exponer a quienes lo firmaron, criticándolos por su falta de coherencia y acusándolos de engañar al afirmar ser progresistas y liberales.
