El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que el país impulsará el consumo de maíz blanco en la producción de tortillas. Además, se establecerán aranceles a las importaciones de este grano, en medio de una disputa con Estados Unidos y Canadá en relación a los transgénicos.
López Obrador informó durante su conferencia matutina desde Palacio Nacional que está por firmar un acuerdo para que en las tortillerías del país se utilice exclusivamente maíz blanco y no transgénico. Asimismo, se impondrán aranceles para evitar la importación de maíz blanco y fomentar la compra a los productores nacionales.
El presidente destacó que México ha experimentado un aumento en la inversión extranjera y un crecimiento significativo en el comercio con Estados Unidos, su principal socio comercial. En este sentido, se busca establecer un orden y fortalecer las relaciones económicas y comerciales con dicho país.
López Obrador mencionó que a principios de junio, Estados Unidos presentó una disputa con México en relación a las medidas de biotecnología agrícola, incluyendo el uso de maíz genéticamente modificado. Ante esto, el gobierno mexicano reafirmó su compromiso de no permitir el uso de maíz transgénico para consumo humano.
El presidente explicó que se amplió el plazo para el uso de maíz amarillo en forraje debido a que Estados Unidos ha definido su proceso de producción y cosecha. Sin embargo, persiste la insistencia por parte de Estados Unidos para permitir el uso de maíz amarillo en consumo humano, a lo que López Obrador reafirmó que no se permitirá debido a consideraciones de salud pública.
López Obrador señaló que se ha intentado convencer a Estados Unidos de realizar un estudio conjunto para evaluar los posibles daños a la salud, en beneficio de ambas naciones. Recordó que el maíz amarillo se utiliza principalmente como alimento para animales, mientras que el maíz blanco se destina a la producción de masa y tortillas para consumo humano.
Con estas medidas, México busca fortalecer la producción nacional de maíz blanco y garantizar el consumo de alimentos libres de transgénicos, en línea con los compromisos adquiridos desde la campaña presidencial.
