De las más de mil millones de dosis de vacunas contra el coronavirus que se han administrado en todo el mundo, el 82 por ciento se pusieron en países de ingresos altos y medios-altos, dijo hoy el director general de la Organización Mundial de la Salud, mientras que el 0.3 por ciento de los residentes de naciones pobres fueron inyectados con algún fármaco que hace frente al covid-19.
Este dato pone en evidencia uno de los aspectos que se habían alertado previamente a la masiva aplicación de vacunas, el cual refiere precisamente a la brecha que se generaba en la inoculación en el mundo.
“Esta es la realidad», afirmó Tedros Adhanom Ghebreyesus durante una cumbre de salud virtual organizada por Portugal. La situación con respecto al acceso a las vacunas “es uno de los retos definitorios de la pandemia”, afirmó el máximo responsable de la agencia de salud de Naciones Unidas, añadiendo que la sanidad pública es “el pilar de la estabilidad social, económica y política”.
Esta información surge a horas después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, comunicara que su país lleva más de 220 millones de vacunas contra el covid-19 administradas en sus primeros 100 días de gobierno. Un número que bordea también China, donde también se han generado varias dosis contra el coronavirus.
