Con apoyos directos anuales a dos millones de productores de pequeña y mediana escala, el programa Producción para el Bienestar (PpB) celebrará su quinto año de operación en 2023. Según el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Suárez Carrera, al cierre del actual gobierno en 2024, habrá operado con un presupuesto acumulado de más de 81 mil millones de pesos.
El funcionario destacó como un logro significativo del programa PpB la reducción de la brecha de desigualdad en el campo mexicano. Lo ilustró con el Índice Gini, que pasó de 0.51 en 1999 (en el programa antecedente, Procampo) a 0.11 en 2022 bajo PpB. Un índice más cercano a 1.0 indica mayor desigualdad.
Este éxito se debe a la orientación estricta de PpB hacia productores de pequeña y mediana escala, con predios de hasta cinco hectáreas de temporal en el primer caso y de más de cinco y hasta 20 hectáreas de temporal y hasta cinco hectáreas de riego en el segundo.
Producción para el Bienestar es una pieza clave en la estrategia gubernamental de autosuficiencia alimentaria y rescate del campo, trabajando en conjunto con otros programas como Fertilizantes para el Bienestar, Precios de Garantía, Bienpesca y Sembrando Vida.
El programa atiende especialmente a productores de municipios indígenas y mujeres campesinas, con seis de cada 10 beneficiarios de municipios indígenas y el 34.5 por ciento del total siendo mujeres productoras. Además, el 58.6 por ciento de los apoyos se concentran en el sur-sureste de México.
Antes al margen de las políticas públicas, estos pequeños y medianos productores ahora avanzan hacia la autosuficiencia alimentaria, generando excedentes para el mercado. En la actualidad, el 84 por ciento de los productores que reciben apoyos directos son de pequeña escala y el 16 por ciento restante son de mediana escala.
Producción para el Bienestar brinda apoyos directos a productores de pequeña y mediana escala en una amplia variedad de productos, desde granos como maíz, frijol y trigo hasta café, caña de azúcar, cacao, miel y nopal, contribuyendo significativamente al fortalecimiento del sector agrícola en México.
