Alejandra Lagunes, exestratega digital de la campaña presidencial y del gobierno federal de Enrique Peña Nieto, debe estar temblando por los señalamientos de las acciones del PRI en 2012.
A principios de 2016, la revista Bloomberg Businessweek reveló la entrevista con un hacker colombiano en prisión llamado Andrés Sepúlveda, quien aseguró que durante aquella campaña, Juan José Rendón, un consultor político de Miami, le ordenó que aplicara sus conocimientos para manipular información, influir en las redes sociales y espiar a los opositores; entre ellos, al actual presidente López Obrador.
Pruebas señalan a Lagunes
Cabe señalar que, la cara pública en la campaña priista no fue otra sino Lagunes Soto, esposa de Rafael Pacchiano, el titular de la Secretaría de Medio Ambiente de Peña Nieto.
Desde antes de que Peña Nieto fuera presidente de la república, el hoy senador Ricardo Monreal -quien dirigió la campaña presidencial del PRD en 2012- denunció a 20 extranjeros que laboraron en el cuarto oscuro del PRI: Ralph Murphine, Melisa Díaz y Juan Hernández, entre otros.
Tras las declaraciones de Lozoya Austin, la Fiscalía General detectó que efectivamente se pagó a asesores extranjeros a través de «una serie de sobornos» que ascienden a 100 millones de pesos para que laboraran en la campaña presidencial de Peña Nieto.
Atrapada en la bancada del Partido Verde en el Senado, avalando con sus votaciones los cambios legislativos de la 4T, Lagunes ve cómo se podría acumular evidencia en su contra.
Ya en 2018, con la ayuda de Los Pinos, la senadora del Verde sorteó con éxito el escándalo global de Facebook y la consultora Cambridge Analytica que trabajó en México y que salpicó de nuevo la campaña presidencial del PRI, esta vez en la figura de José Antonio Meade, un operador del régimen priista cercano a Videgaray Caso como lo fue en su momento la propia Lagunes.
