Con el objetivo de avanzar en el proyecto de restauración de la cuenca del río Atoyac, autoridades del sector ambiental federal y del gobierno de Tlaxcala realizaron un recorrido para evaluar el estado del río Zahuapan, uno de los afluentes clave de dicha cuenca. La visita, que incluyó la participación de la gobernadora Lorena Cuéllar, se enmarca dentro de los compromisos asumidos por la administración federal para mejorar el estado de los cuerpos de agua en el país, tal como lo anunciara la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en su toma de posesión el pasado 1 de octubre.
El recorrido, encabezado por el Coordinador de la Estrategia Institucional de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Jaime Vázquez Bracho, incluyó la inspección de seis sitios en diversos municipios de Tlaxcala, entre ellos Tlaxco, Apetatitlán, Amaxac de Guerrero y Apizaco. Durante la visita, se visitaron plantas de tratamiento de aguas residuales, afluentes y la laguna de Atlangatepec, y se destacó la identificación de descargas irregulares y posibles contaminantes que afectan la calidad del agua.
Vázquez Bracho reiteró la importancia de abordar la restauración de los ríos de manera integral, bajo una “visión de cuenca”. Esto implica no solo el saneamiento de los cauces, sino también la restauración de las zonas riparias y la reforestación de las laderas que rodean los ríos. De acuerdo con el funcionario, este enfoque es parte de uno de los proyectos ecológicos más ambiciosos que el gobierno de México ha impulsado en su historia.
Además, subrayó la importancia de implementar soluciones basadas en la naturaleza y de trabajar en estrecha colaboración con los diferentes actores del sector ambiental, los niveles de gobierno y las comunidades locales, para asegurar el éxito del proyecto.
Por su parte, la gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuéllar, destacó los avances logrados por su administración en el saneamiento del río Zahuapan, específicamente en el tratamiento de aguas residuales. En lo que va de su gestión, se han saneado 13 plantas de tratamiento de agua con una inversión superior a los 600 millones de pesos. Este esfuerzo ha permitido que el 60% del agua tratada sea devuelta al río y utilizada para sistemas de riego agrícola.
Cuéllar también destacó que el trabajo conjunto con la federación ha permitido avanzar en el rescate del río, con mejoras en el tratamiento de aguas y la reducción de las descargas contaminantes. La gobernadora también reconoció la importancia de seguir colaborando con las autoridades federales y municipales para evitar nuevas fuentes de contaminación.
Durante el recorrido, los funcionarios inspeccionaron las plantas de tratamiento de Tlatempan y Tlaxco, donde se realizarán proyectos de reingeniería para optimizar el tratamiento de aguas residuales. Asimismo, se visitaron afluentes del río Zahuapan, donde se identificaron puntos críticos con descargas irregulares y posibles contaminantes. En la laguna de Atlangatepec, las autoridades corroboraron que la calidad del agua sigue siendo saludable, lo que favorece la biodiversidad local, incluyendo peces, aves y pulgas de agua.
Las autoridades coincidieron en la necesidad de reforzar las medidas de control para evitar que las descargas de aguas residuales sigan afectando la calidad del agua en la cuenca del Zahuapan, especialmente en cuerpos de agua de alto valor ecológico y para las comunidades cercanas.
Colaboración entre diferentes niveles de gobierno
En la visita también estuvieron presentes diversas autoridades, como el secretario del Medio Ambiente de Tlaxcala, Pedro Aquino Alvarado, y representantes de instituciones federales como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), y la Comisión Nacional Forestal (Conafor), entre otras. Todos coincidieron en la necesidad de mantener un enfoque colaborativo y coordinado para asegurar el éxito del proyecto de restauración de la cuenca del río Atoyac y sus afluentes.
Este esfuerzo conjunto entre los tres niveles de gobierno y las comunidades locales representa un paso importante para el rescate de una de las principales cuencas hidrográficas de la región, con el objetivo de devolver la salud ambiental a los ríos y mejorar la calidad de vida de las personas que dependen de estos cuerpos de agua.