El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en colaboración con la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), ha lanzado un ambicioso proyecto para recuperar y documentar el conocimiento ambiental plasmado en varias lenguas zapotecas, algunas de las cuales se encuentran en grave peligro de extinción. Financiado por la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, este proyecto tiene como objetivo preservar y difundir un vasto saber ancestral que ha sido transmitido a través de las lenguas de diversas comunidades de Oaxaca.
El estudio, dirigido por la profesora e investigadora Rosemary Beam de Azcona, se enfoca en seis lenguas zapotecas identificadas como prioritarias debido a su bajo número de hablantes y la escasa documentación existente sobre ellas. La investigación se desarrollará durante dos años y medio, con el objetivo de culminar en 2026, y abarcará comunidades ubicadas en varios municipios de Oaxaca, como Zimatlán de Álvarez, San Mateo Mixtepec, Santa María Lachixío, y San Lorenzo Texmelucan, entre otros.
Las lenguas seleccionadas son el zapoteco de Coyachilla (xkissia o diatse’ea), el zapoteco de Zhiaza (la más amenazada, con solo cuatro hablantes), y el zapoteco de Ri’dx, Rizh y Dise, que cuenta con aproximadamente 30 a 40 hablantes. Aunque no se ha determinado el número exacto de hablantes en cada comunidad, el proyecto busca obtener estos datos a medida que avanza la investigación.
El enfoque del proyecto va más allá de la preservación de las lenguas: también tiene como objetivo recuperar el conocimiento ambiental que estas lenguas reflejan. Según la investigadora Beam de Azcona, las lenguas indígenas contienen palabras que dan cuenta del entorno natural y sus componentes, proporcionando una visión única sobre los ecosistemas, las plantas, los animales y los fenómenos naturales que conforman el paisaje de Oaxaca.
«El conocimiento ambiental ancestral se encuentra en las palabras que las comunidades utilizan para nombrar y describir su entorno. La etimología de estos términos revela significados profundos sobre la relación entre las personas y su medio ambiente», explicó la académica.
El proyecto cuenta con la participación de un equipo multidisciplinario, que incluye lingüistas, antropólogos y académicos de diversas instituciones. Entre ellos se encuentran el lingüista Ambrocio Gutiérrez Lorenzo de la Universidad de Colorado, Mario Hernández Luna de la Universidad Autónoma de Querétaro, y la investigadora del INAH, Adela Covarrubias Acosta, entre otros. Además, se han sumado estudiantes de la ENAH y miembros de las comunidades estudiadas, tanto hablantes nativos como no hablantes, pero con conocimientos cercanos a las lenguas de su comunidad.
Beam de Azcona subrayó la importancia de que el rescate lingüístico y cultural sea liderado por los propios hablantes de las lenguas zapotecas. «El rescate solo puede ser realizado por los propios hablantes e integrantes de las comunidades. Nuestro rol como académicos es acompañar, apoyar y aportar conocimientos adicionales para promover la comprensión y el reconocimiento de estas lenguas», afirmó.
El proyecto también tiene como meta la creación de materiales educativos y de difusión. Se prevé la publicación de una serie de volúmenes dedicados a la terminología ambiental y la documentación lingüística, que estarán disponibles tanto para la comunidad académica como para el público en general. Un repositorio con todo el material recopilado podría ser alojado en la Fonoteca del INAH o en el Archivo de los Idiomas Indígenas de Latinoamérica, en la Universidad de Austin, Texas.
Además, el proyecto busca incentivar a las nuevas generaciones a involucrarse en el estudio de las lenguas zapotecas y la disciplina de la lingüística, asegurando que el conocimiento ambiental y cultural sea preservado para el futuro.
Promoviendo la Lengua y el Conocimiento Ancestral
Con este esfuerzo, el INAH y la ENAH se suman a una iniciativa de gran relevancia para la conservación del patrimonio lingüístico y cultural de México, y particularmente de Oaxaca, una de las regiones con mayor diversidad lingüística del país. Al rescatar el conocimiento ambiental plasmado en las lenguas zapotecas, este proyecto contribuye al reconocimiento de la importancia de las lenguas indígenas en la preservación de la biodiversidad y el patrimonio natural de México.
Este proyecto forma parte de la campaña #OrgullosamenteENAH, impulsada por el INAH para difundir las investigaciones y actividades académicas realizadas en la Escuela Nacional de Antropología e Historia.